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Es correcto que las fianzas de inmigración generalmente se deben pagar a través de una compañía de fianzas o a través de un agente de fianzas autorizado. Estas compañías suelen ofrecer servicios de pago en línea para hacer el proceso más conveniente para los solicitantes. Sin embargo, también es posible pagar la fianza en persona en la oficina del agente de fianzas o en la corte de inmigración, dependiendo de las circunstancias.

Es importante tener en cuenta que el pago de una fianza no garantiza la liberación de la persona detenida. La decisión de liberar a una persona bajo fianza depende de varios factores, como el riesgo de fuga y la peligrosidad para la comunidad. Además, el pago de la fianza no incluye los honorarios del agente de fianzas o cualquier otro cargo adicional que pueda aplicar.

Si una persona no puede pagar la fianza, puede solicitar la asistencia de una organización sin fines de lucro o un abogado de inmigración para ayudarla a presentar una petición de fianza reducida o sin fianza. Es importante tener en cuenta que no todas las personas califican para una fianza reducida o sin fianza, y que la decisión de otorgar una fianza es discrecional y depende de varios factores.

Una fianza de inmigración, no garantizada, es un acuerdo entre un ciudadano extranjero y el gobierno de EE.UU. que permite a una persona detenida ser puesta en libertad mientras espera el resultado de sus procedimientos de inmigración. A cambio de su puesta en libertad, el detenido se compromete a pagar una cantidad de dinero al gobierno de EE.UU. si incumple cualquiera de los términos o condiciones establecidos por el tribunal u otra autoridad gubernamental. Al solicitar la puesta en libertad mediante una fianza no garantizada, el extranjero debe aportar pruebas suficientes de su responsabilidad financiera, como justificantes de empleo o ingresos, solvencia, vínculos familiares estrechos en Estados Unidos y/o un avalista que acepte la responsabilidad legal de su comparecencia en futuras audiencias o procedimientos de expulsión si fuera necesario. Una vez aceptada por el tribunal, esta obligación suele estar garantizada por bienes personales o garantías en poder del extranjero o de los garantes que hayan aceptado avalarles. En función de sus circunstancias y antecedentes particulares, los solicitantes pueden tener que depositar fianzas que oscilan entre varios cientos de dólares y cientos de miles de dólares para garantizar su puesta en libertad. Una vez cumplidas satisfactoriamente todas las condiciones y requisitos ordenados por el tribunal durante su período de liberación en lugar de encarcelamiento, las personas no son responsables de ninguna cantidad depositada como parte de su acuerdo de fianza sin garantía, a menos que violen intencionadamente cualquier orden judicial mientras se encuentren detenidos en virtud de dichos acuerdos de fianza.